Imagen de un arenado en algún lugar no identificado de Lanzarote. Llama la atención el objeto que aparece en primer término y cuya función desconocemos, pudiéndose tratar tal vez de un espantapájaros. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Imagen del volcán de La Corona tomada desde la Vega chica de Ye, en el norte de Lanzarote. La fotografía fue realizada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Imagen de la ribera del Charco de San Ginés, núcleo primigenio del Puerto de Arrecife. La imagen fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arquéologos y antropólogos más destacados de Canarias, que en 1953 excavó en el yacimiento aborigen de Famara.
Pareja retratada en un campo de lavas procedentes de las erupciones de Timanfaya, acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. Podemos ver el contraste geológico con el volcán antiguo de la serie III que aparece en segundo término, quizá Caldera Blanca, en el municipio de Tinajo.
Pareja posando sobre lavas cordadas procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736, transformando por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Cráteres y lavas de las Montañas del Fuego, procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736 y transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Imagen de la ribera del Charco de San Ginés tomada desde la zona de La Puntilla, núcleo primigenio del Puerto de Arrecife. La fotografía fue realizada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arquéologos y antropólogos más destacados de Canarias, quien en 1953 excavó en un yacimiento aborigen en Famara.
Turistas montados en camello disfrutando de un recorrido por las Montañas del Fuego. Esta ruta comenzó a realizarse por iniciativa de un camellero de Yaiza antes de declararse el Parque Nacional de Timanfaya en 1974, manteniéndose en la actualidad como uno de los principales atractivos turísticos de la visita.
Cráteres y lavas de las Montañas del Fuego, procedentes de las erupciones de Timanfaya, que tuvieron lugar entre 1730 y 1736 y transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el imponente Risco. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Pareja posando en las dunas de la playa de Famara. En segundo término vemos el Risco a la derecha y, a la izquierda, Montaña Amarilla, en la isla de La Graciosa.
Pareja posando en la playa de Famara. Tras ellos, el Risco y, a la izquierda, la isla de La Graciosa. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Retrato en primer plano de un varón lanzaroteño. La fotografía fue realizada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos canarios, durante su estancia en la isla para excavar en el yacimiento aborigen de Famara.
Vista parcial de la isla de La Graciosa desde el Risco de Famara, tomada aproximadamente en el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. Pueden apreciarse las casas del pueblo de Caleta del Sebo, uno de los dos núcleos poblacionales de la isla.
De izquierda a derecha: Alegranza, Montaña Clara y La Graciosa, conjunto de islotes al norte de Lanzarote, posteriormente denominado Archipiélago chinijo. La fotografía fue tomada por el arqueólogo Luis Diego Cuscoy desde la costa de Famara, durante su estancia para excavar en un yacimiento aborigen en dicha localidad.
Vista panorámica de la bahía de Famara y el pueblo de La Caleta. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias, durante su estancia en la isla en 1953 para excavar en el antiguo poblado aborigen de Famara.
Retrato de una niña ataviada con la tradicional gorra lanzaroteña de amplia luneta. La fotografía fue realizada por Luis Diego Cuscoy, uno de los más destacados arqueólogos y antropólogos canarios, durante su estancia en la isla para excavar en el yacimiento aborigen de Famara. La foto es en la prquerña enseñanda que hay al oeste de la escollera de rocas de la Playa de San Juan, en Famara.
Imagen de la Caldera de Zonzamas tomada desde la Cueva o Palacio de Zonzamas, residencia del último rey majo Guadarfía. En la actualidad, esta caldera alberga el Complejo Medioambiental de Zonzamas. Tras ella, a la derecha, podemos ver Montaña Mina, aún sin el corte en su cima. La fotografía fue tomada por el arqueólogo Luis Diego Cuscoy durante su estancia en la isla para excavar en el poblado aborigen de Famara.
Modesta vivienda en algún lugar costero de Lanzarote no identificado. Por la colada de malpaís y la presencia del perro de caza en primer término, quizá podría tratarse de El Golfo, ya que en esta zona del suroeste de Lanzarote la caza ha sido siempre una actividad muy habitual.
Cráteres y campos de lava de Timanfaya, producto de las erupciones acaecidas entre 1730 y 1736, que transformaron por completo la fisonomía de la isla, sepultando pueblos y destruyendo las mejores vegas agrícolas. En 1974, este territorio fue declarado Parque Nacional.
Conjunto de seis camellos trillando en una era, posiblemente en el pueblo de Uga. Esta típica estampa del pasado agrícola lanzaroteño fue tomada por Luis Diego Cuscoy, destacado arqueólogo y antropólogo canario, durante su estancia en la isla para excavar en el yacimieno aborigen de Famara.
Imagen del Risco de Famara, aproximadamente desde el lugar donde hoy se encuentra el Mirador del Río. A la izquierda podemos ver un fragmento del noreste de La Graciosa. La fotografía fue tomada por Luis Diego Cuscoy, uno de los arqueólogos y antropólogos más destacados de Canarias.
Antiguo merendero de las Montañas del Fuego, desaparecido tras la intervención de César Manrique, que acondicionó la zona para recibir al turismo creando el restaurante "El Diablo".
Antiguo merendero de las Montañas del Fuego, desaparecido tras la intervención de César Manrique, que acondicionó la zona para recibir al turismo creando el restaurante "El Diablo".
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